Un joven con sudadera, jeans y zapatillas, con una vida normal, se convirtió en el primer santo millennial. Su nombre es Carlo Acutis y su historia conmovió al mundo. Ahora que el proceso de canonización culminó, surge la pregunta que miles de fieles se hacen: ¿qué pasará con su cuerpo? La respuesta es sorprendente y generó un debate sobre las reliquias en la era digital. 

¿El cuerpo de Carlo Acutis está incorrupto? La verdad detrás de su estado de conservación

El domingo pasado, miles de fieles se congregaron en la Basílica de San Pedro para presenciar la canonización de Carlo Acutis, el primer santo millennial de la Iglesia Católica. La ceremonia, presidida por el Papa León XIV el 7 de septiembre de 2025, marcó un hito para la comunidad católica global y para la juventud creyente, al elevar a los altares a un joven británico-italiano fallecido en 2006.

Carlo Acutis, cuerpo incorrupto, reliquias y corazón sagrado.

El cuerpo de Carlo Acutis, fallecido a los 15 años a causa de una leucemia fulminante, se convirtió en una de las reliquias más veneradas del catolicismo. En el marco de su beatificación en 2020, su cuerpo fue expuesto al público en Asís, Italia, en un féretro de vidrio.

La imagen de un joven vestido con ropa casual y con el rostro en una serenidad profunda conmovió a millones de personas. Si bien en un inicio se difundió que el cuerpo de Acutis estaba "incorrupto", la diócesis de Asís aclaró que se trataba de una conservación y no de una ausencia de descomposición total. Ahora, el proceso de canonización reaviva el debate sobre el destino final de sus restos.

Las reliquias de los santos son tradicionalmente conservadas y veneradas por los fieles, ya que se consideran una conexión física con la vida de estas figuras. En el caso de Carlo, quien utilizó la tecnología para evangelizar, las reliquias toman un nuevo significado en el siglo XXI.

El destino del corazón, una pieza clave

El destino de las reliquias de Carlo Acutis tiene una pieza clave: su corazón. Este órgano, que los cardenales han llamado el "corazón del ciberapóstol", ha sido separado del cuerpo y será custodiado por la Basílica de San Francisco de Asís. El corazón, que se considera una de las reliquias más importantes de un santo, será expuesto en un lugar de honor para la veneración de los fieles.

La decisión de separar el corazón del cuerpo tiene un trasfondo simbólico. El corazón, en el contexto de la fe, representa la vida y el amor. Al custodiarlo en la Basílica de Asís, se busca enfatizar la conexión de Carlo con el legado de San Francisco, un santo que también se distinguió por su humildad y amor a los más desfavorecidos. 

La última morada de su cuerpo, por su parte, continuará siendo en el Santuario del Despojo en Asís, pero su corazón tomará un camino aparte. La Iglesia, una vez más, muestra cómo la tradición se reinventa para adaptarse a los tiempos, y cómo la historia de un joven del siglo XXI está destinada a ser recordada a través de sus reliquias.